El 19 de setembre Víctor del Árbol publicarà la novel·la ‘Por encima de la lluvia’ després de guanyar el premi Nadal amb La víspera de casi todo.
El govern de la República de França ha nomenat l’escriptor barceloní Víctor del Árbol ‘Chevalier de l’ordre des Arts et des lettres’ en nom de l’Acadèmia Francesa “per la tasca i la contribució a l’enriquiment cultural de les lletres franceses i a l’aportació de la literatura espanyola i el seu coneixement”.
L’escriptor espera ‘respondre amb dignitat i entrega “veient la nòmina d’escriptors que tenen aquesta distinció, com Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa o Sábato’.
Víctor del Árbol és el segon escriptor espanyol que rep aquesta distinció després d’Arturo Pérez Reverte.
El 19 de setembre Víctor del Árbol publicarà la novel·la ‘Por encima de la lluvia’ després de guanyar el premi Nadal amb La víspera de casi todo.
A França també ha estat guardonat amb el del Grand Prix de Littérature Policière per la novel·la Un millón de gotas. Del Árbol també és autor de El peso de los muertos, El abismo de los sueños, La tristeza del samurái i Respirar por la herida.
L’autor ha volgut agraïr en el seu compte de Facebook la distinció per part del govern de la República de França.
”La República de Francia me acaba de conceder el honor de nombrarme “Caballero de las letras y las Artes” una de las más altas distinciones de las Artes en Francia, que ha recaído entre otros en Borges, Vargas LLosa, Sábato, Padura y el español Arturo Pérez Reverte… Me dicen que es un reconocimiento a mi aportación a la riqueza cultural de Francia y por mi visión de “puente” entre sociedades hermanas. Es un honor, una alegría saber que los escritores y escritoras españoles llevamos con nosotros lo mejor de nuestra cultura y de nuestra sociedad allende fronteras.
Cuando la palabra es más que un simple ejercicio retórico se convierte en acción. La palabra es una opción de actuación. La palabra es una herramienta contra el silencio, cuestiona las mentiras de la demagogia, sirve como denuncia y alerta de los peligros. Y también construye la realidad: si algo puede ser imaginado puede ser verbalizado. Y cuando una cosa es nombrada esa cosa empieza a existir. Como escribió Solón, la palabra es el espejo de la acción… Tal vez el mayor exponente del poder de la palabra sea la literatura. La literatura es compromiso (acción) y ningún escritor es ajeno a ello, pues lo es incluso a pesar de su voluntad: al elegir el tema, la manera de contar, la voz, el prisma, optamos por una visión, elegimos una manera de transmitir ideas y conceptos. Y debemos ser conscientes y responsables de nuestra acción, porque tiene incidencia en aquellos que reciben nuestras palabras, los lectores. Es exigible la honestidad, esto es la coherencia entre la declaración de principios (la teoría) y la práctica (la escritura). Desde esa honestidad intento reflejar mi papel como escritor, tengo mi visión, mi compromiso y a ello me ciño. A fin de cuentas, y como escribió Louis Aragón, la palabra no fue dada al hombre, él la tomó.”